El granate es una opción más segura
El granallado siempre conlleva cierto grado de riesgo. Independientemente del material utilizado, los trabajadores deben tener cuidado de no inhalar el polvo. Es un hecho inevitable que no existe ningún material de granallado que sea seguro para inhalar.
Teniendo esto en cuenta, es importante elegir un material que produzca menos polvo, como el granate. Al producirse menos polvo, es menos probable que los trabajadores ingieran sustancias nocivas. Además, el granate no es tóxico. A diferencia de la arena de sílice, el granate no contiene sílice, lo que lo convierte en una alternativa más segura. Sin embargo, a pesar de que se reducen los efectos para la salud a largo plazo, como el daño al sistema respiratorio, es vital usar EPP cuando se trabaja con todos los materiales abrasivos.
El granate es más limpio
Cada trabajo de granallado implica una operación de limpieza cuando el polvo, literalmente, se ha asentado. Aquí es donde se puede ver otra ventaja del uso del granate. Los bajos niveles de polvo producidos significan que hay menos que limpiar después. Esto puede ayudar a ahorrar tiempo y dinero y terminar el trabajo más rápido.
El granate es fácil de limpiar en más de un sentido, ya que es una sustancia natural y totalmente inerte químicamente.
El granate es más rentable
Como el granate es un abrasivo muy eficaz para la limpieza, se requiere menos cantidad. Se trata de un material relativamente duro y denso que funciona muy bien. Todavía es posible realizar un trabajo eficaz y completo con un volumen relativamente bajo de granate. Como tal, es muy rentable.
Además, el granate es una sustancia semirreutilizable. Siempre que el granallado se realice correctamente y luego se recupere una cantidad adecuada de sustancia, el mismo granate se puede utilizar varias veces. Esto es clave cuando se trata de ahorrar dinero a largo plazo.
Finalmente, el granate produce una superficie limpia con los beneficios de una alta productividad y un menor consumo.
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